Deudas crecientes: Si tus deudas están aumentando constantemente y te resulta difícil pagar tus facturas mensuales o hacer los pagos mínimos requeridos, es posible que tengas problemas financieros.
Incapacidad para ahorrar: Si no puedes destinar una parte de tus ingresos al ahorro o si tus ahorros se están agotando rápidamente, eso puede ser un signo de problemas financieros.
Dependencia del crédito: Si estás utilizando constantemente tarjetas de crédito para cubrir tus gastos diarios o para pagar otras deudas, es posible que estés teniendo dificultades financieras.
Falta de presupuesto: Si no llevas un registro de tus ingresos y gastos, o si no tienes un plan financiero claro, es probable que tengas problemas para administrar tu dinero de manera efectiva.
Estrés y preocupación constantes: Si te sientes constantemente estresado, ansioso o preocupado por tus finanzas, es una señal de que algo podría no estar funcionando correctamente.
Llamadas de cobranza o notificaciones de pago atrasado: Si recibes llamadas de agencias de cobranza o notificaciones de pago atrasado de tus acreedores, es un indicio claro de que tienes problemas financieros.
Incapacidad para cubrir necesidades básicas: Si te resulta difícil pagar los gastos básicos, como el alquiler, la hipoteca, la comida o los servicios públicos, es un indicador claro de problemas financieros.